viernes, 25 de mayo de 2012

Recuerdos.

Tienes que pensar que la vida sigue, y que no puedes centrarte en algo que ahora es pasado. Que si pasó, pasó y punto, ya no hay más que hacer. Tienes dos opciones: quedarte pensando en los recuerdos mientras lloras, o tirarte al mundo y vivir la vida exprimiendo cada gota. Si eliges la primera, tendrás una vida amarga, llena de pena, melancolía y corazones destrozados... Como una herida a la que siempre arrancas la costra y que nunca será capaz de curarse. Si, por el contrario, escoges la segunda opción, tus heridas sanarán rápidamente, de forma que llegará un día que será como si hubieses tenido nunca nada. Es tu vida, así que tú decides.

domingo, 20 de mayo de 2012

Corazón ácido.

"Es como cuando te pones a chupar un caramelo, dulce, pero que dentro es ácido, y empiezas, hasta que llega un punto que no aguantas más, y muerdes, y sientes esa sensación de... No sé, pero es algo genial. Entiendes lo que te digo? Pues eso, que la siento igual, es como si corriese por mis venas la música cuando la toco."

Nuova vita.

Sentir como la vida pasa y se desmorona en tus manos, cómo se va yendo de ti poco a poco... La felicidad desaparece, sólo queda tristeza y melancolía; la ilusión se va, se queda la rutina, el no pensar. Puedes quedarte en un rincón y recordar todos los momentos felices, hasta el punto de que te salten las lágrimas en una fuente infinita; o puedes levantarte, secarte los ojos, abrir la ventana, gritar y sentirte otra vez lleno de vida. Tú decides.



sábado, 19 de mayo de 2012

Sentimientos.

"Cada vez que ves su cara, que estás a su lado, que notas su presencia, que escuchas su nombre o una de sus muchas virtudes, notas un escalofrío que recorre toda tu espalda, tu corazón se acelera de forma descontrolada, arrítmica, y las ganas de darle un abrazo, de pasar toda tu vida al lado de esa persona, sea cual sea la situación, es lo único que importa en esos momentos. Momentos en que la canción más romántica que conoces resuena en el fondo de tu ser, pero tú no te das cuenta, porque te quedas embobado; el tiempo se ralentiza, y por un segundo sientes como si en el mundo estuviéseis solamente esa persona y tú. Es uno de esos sentimientos que no puedes dejar de lado, y que irremediablemente sientes, quieras o no. Pero, a pesar del sufrimiento, te encanta, y no quieres dejar de sentirlo nunca."